Ser experto o perito en cualquier materia requiere de una buena dosis de diligencia lo que pone a prueba nuestra voluntad, en mayor o menor medida, en función de nuestros anhelos o necesidades; Dogbert cree que existe una línea muy delgada que la separa de la terquedad o capricho por lo que no tiene reparos en salir al rescate de su estimado Dilbert y traerlo de vuelta a su zona de confort llamada Mediocridad.